recuerdo de niña haberle dicho a mi papa que de grande seria profesora de niños; recuerdo claramente también que mi padre , quien en ese momento no le gusto la idea de una hija profesora, me dijo que el trabajo con niños era mas que complicado y estresante, aparte de muy mal remunerado.
muchos años después, por esas jugadas graciosas de la vida , me encontré parada frente aun salón de clases, nerviosa, viendo como uno a uno iban los niños llenando el aula. ese fue el primer día que dicte clases y el día que me di cuenta que era algo que quería hacer por mucho mas tiempo.
Muchas cosas pasaron desde ese día , anécdotas , cosas graciosas , juegos , golpes inocentes ...
mi papa había tenido razón , era un trabajo estresante , era complicado; pero nunca me dijo, que tan gratificante podía ser.
es cierto , hay que tener algo con los niños , hay que saber llegar a ellos , hay que escucharlos y entenderlos , darles confianza , hacerlos reír pero sobre todo estar listos para recibir tanto amor.
el ver esos ojotes abiertos sorprendidos, atentos a lo que les estas enseñando,lo es todo.
amo la curiosidad del niño , la que en algún momento tenemos todos ; pero que vamos perdiendo a medida vamos creciendo.
amo su simplicidad , su falta de preocupación o problemas, lo rápido que pasan de estar tristes a felices, todo lo que les falta por preguntar.
aunque ahora soy yo la que va a la clase , y el grupo se ha reducido a uno , no dejo de sorprenderme cada día.
termino muerta , pero siempre vale la pena.